sábado, 11 de octubre de 2014

Concilio del Vaticano II

Tema 5: Ejercicios
1-Los  7  Sacramentos:
Los sacramentos son signos sensibles y eficaces de la gracia, instituidos por nuestro Señor Jesucristo para santificarnos.
Son sensibles: Se pueden tocar, ver, etc.
Son eficaces: Hacen lo que dicen. Es decir confieren verdaderamente la gracia.

1-Bautismo- Es el primer sacramento con el cual nos iniciamos a la vida Católica.
2-Confirmación-  Es el sacramento por el cual recibimos el Espíritu santo, se imprime en nuestra alma el carácter de soldado de Cristo; y nos hacemos perfectos cristianos.
3-Confesión- Es el sacramento instituido para perdonar los pecados cometidos después del Bautismo o desde la última confesión bien hecha.
4-Eucaristía- Este sacramento contiene verdadera, real y substancialmente el cuerpo, sangre, alma y divinidad de nuestro Señor Jesucristo.
5-Unción de enfermos- Es el sacramento instituido por Cristo para alivio espiritual y aún temporal de los enfermos en peligro de muerte.
6-Matrimonio- Es un sacramento que da a los esposos la gracia para amar santamente y educar a sus hijos cristianamente estableciendo entre ellos una santa e indisoluble unión.
7-Orden Sagrado-Es el sacramento que da la potestad de ejercitar los sagrados ministerios e imprime en el alma del que lo recibe el carácter de ministro de Dios

2- El Día de Pentecostés:
Pentecostés  ("el quincuagésimo día") describe la fiesta del quincuagésimo día después de la Pascua y que pone término al tiempo pascual.
Lo que ocurre el día de Pentecostés es un fenómeno interior: los discípulos se llenan del Espíritu Santo. La manifestación exterior de esta presencia de Dios por medio del Espíritu Santo consiste en un gran ruido en algunas lenguas de fuego. Viento, ruido y fuego ya estaban presentes en el Antiguo Testamento cuando Dios se aparecía, como en el caso del Sinaí.
Los discípulos son Transformados por este impulso exterior y se lanzan a comunicar las grandezas de Dios, es decir, a predicar entre los que habían venido a Jerusalén para la fiesta en su propia lengua.


En Pentecostés se cumple la promesa: El Espíritu Santo se derrama en los corazones de los discípulos y estos reciben la fuerza necesaria para ser testigos de Jesús.
El signo de que han recibido esa fuerza es que empiecen a predicar y a dar testimonios  de su fe.
El hecho de que se manifiesten  en  lenguas  extranjeras  indica  que  se  cumple el mandato de Jesús  de  predicar  a  todos  los pueblos.
El  mensaje  de  Jesús  no  es  solo  para  los  judíos.

3-La Santísima Trinidad:
La Trinidad es el  dogma central sobre la naturaleza de Dios en la mayoría de las iglesias cristianas. Esta creencia afirma que Dios es un ser único que existe simultáneamente como tres personas distintas o Hipóstasis.
·         el Padre.
·         el Hijo.
·         el Espíritu Santo.

Diferentes misiones:
Si quisiéramos identificar a la Santísima Trinidad por sus "misiones" en el tiempo, o atribuciones, diríamos que:

Al EL PADRE es el Principio de Vida, de quien todo procede. Se le atribuye la Creación. 
Al
 EL HIJO procede eternamente del Padre, como engendrado por Él, y asumió en el tiempo una naturaleza humana por nuestra salvación. Se le atribuye la Redención. 
Al
 EL ESPÍRITU SANTO es enviado por el Padre y el Hijo, como también procede de ellos, por vía de voluntad, a modo de amor; se manifestó primero en el Bautismo y en la Transfiguración de Jesús y luego el día de Pentecostés sobre los discípulos; habita en los corazones de los fieles con el don de la caridad. Se le atribuye la Santificación.
Porque el entendimiento humano no es capaz de comprender la esencia divina, no puede penetrar en el misterio de la vida íntima de Dios, sólo puede conocer lo que Dios revela y asumirlo con la fe; se puede aplicar aquí la frase de San Agustín: "Si lo comprendes, no es Dios".


4. Obras de misericordia: (acciones que hacen efectivo el amor fraterno)
1-Enseñar al que no sabe.
Es una bonita obra de misericordia, pero a veces nos encariñamos tanto con ella que a veces queremos dar lecciones a todo el mundo. Hay que practicarla con moderación.
2- Dar buen consejo al que lo necesita: Da un consejo, pero sin paternalismo. Da un consejo, cuando te lo pidan.
3-Corregir al que yerra: También la corrección fraterna es una obra de misericordia, pero cuando se hace desde la humildad y el amor.
4-Perdonar las injurias: Es lo más difícil. 
5-Consolar al que está triste: El que consuela se parece a Dios, que se dedica a enjugar las lágrimas de todos los rostros.
6-Sufrir las flaquezas de nuestros prójimos: Te ayudarás a crecer en el amor y la misericordia.
7-Rogar a Dios por los difuntos y los vivos: Rezar no es una rutina. Rezar es amor
8-Visitar y cuidar a los enfermos: Una visita que suponga comunicación, ayuda, cuidado, ternura, consuelo, confianza etc.
9-Dar de comer al hambriento: El pan compartido es el amor.
10-Dar de beber al sediento: Dar un vaso de agua es fácil y es bonito.
11-Dar posada al peregrino: Hoy no es fácil abrir la puerta de la casa, cada vez más defendida.
12-Vestir al desnudo: Aquí, entre nosotros, no encontrarás muchos desnudos que vestir. Suelen estar muy lejos.
13-Redimir al cautivo: No podemos quitar las esposas de las muñecas pero sí las cadenas del alma.
14-Enterrar a los muertos- Tú envuelve a los difuntos en la oración esperanzada y en el amor y el agradecimiento.
Concilio de Vaticano 2
El concilio de Vaticano 2 fue sin duda el acontecimiento más importante de la iglesia del siglo 20. Durante tres años, los 2500 padres conciliares solícitos a la acción del Espíritu Santo en la iglesia, se esforzaron en discernir lo que el Espíritu de Jesucristo quería para la iglesia en esta fase de la historia de la humanidad. Era la primera vez que se reunían tantos pastores de la iglesia de todo el mundo.
Además, se invitó a protestantes y ortodoxos. Los medios de comunicación siguieron con gran interés el concilio.
Los documentos del Concilio contienen cuatro constituciones en las que se manifiesta con claridad el fundamento, el ser, la misión y la vida de la iglesia. Consta además de nueve decretos y tres declaraciones.
El concilio renovó la imagen de la iglesia de cara a sí misma y al mundo. La iglesia aparece descrita en el Concilio Vaticano 2 como Pueblo de Dios. En los documentos del Concilio se presenta la iglesia como misterio de comunión.
El concilio de Vaticano 2 no es una fractura con el magisterio anterior, es una novedad en la continuidad.
El concilio de Vaticano 2 enseña que la iglesia se siente absolutamente solidaria y cercana a todos los sufrimientos. El Concilio constó de cuatro sesiones: la primera de ellas fue presidida por el mismo papa en el otoño de 1962. Él no pudo concluir este Concilio ya que falleció un año después, (el 3 de junio de 1963). Las otras tres etapas fueron convocadas y presididas por su sucesor, el papa Pablo VI, hasta su clausura en 1965. La lengua oficial del Concilio fue el latín.


Objetivos del Concilio de Vaticano 2:
·         Promover el desarrollo de la fe católica.
·         Lograr una renovación moral de la vida cristiana de los fieles.
·         Adaptar la disciplina eclesiástica a las necesidades y métodos de nuestro tiempo.
·         Lograr la mejor interrelación con las demás religiones, principalmente las orientales.
Se pretendió que fuera una  puesta al día de la Iglesia, renovando los elementos que más necesidad tuvieran de ello, revisando el fondo y la forma de todas sus actividades.
Pretendió proporcionar una apertura dialogante con el mundo moderno, actualizando la vida de la Iglesia sin definir ningún dogma, incluso con nuevo lenguaje conciliatorio frente a problemas actuales y antiguos.

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Presbiterio con la cátedra de San Pedro en la basílica homónima, durante el Concilio Vaticano II. Foto de Lothar Wolle
El Concilio Vaticano I (1869-1870) no había terminado debido a la suspensión impuesta por el estallido de la guerra franco-prusiana. Algunos querían que se continuara este concilio pero no fue así. Los sectores más liberales o modernistas dentro de la Iglesia lo consideran uno de los cinco concilios más importantes (Niceno I, Calcedonense, Lateranense IV, Tridentino y Vaticano II). Trató de la Iglesia, la revelación, la liturgia, la libertad religiosa, etc. siendo sus características más importantes la renovación y la tradición.
En cambio, los sectores más conservadores aplican un término llamado la hermenéutica de la continuidad para leer los textos conciliares a la luz de la Tradición y del Magisterio   para que no entre en contradicción.

Participantes del reglamento:
Además de los obispos diocesanos, se contempló que los obispos titulares tuvieran voto deliberativo así como los superiores generales de congregaciones de derecho pontificio con más de 3000 miembros. Los expertos y teólogos invitados por el Papa podrían participar en las congregaciones generales e incluso, si se les solicitaba, intervenir en el aula o en la redacción de esquemas para las diversas comisiones. Los observadores podrían participar solo en las congregaciones generales y sesiones públicas, que gozarían de traducción simultánea. Los peritos invitados por cada obispo no podrían participar en las congregaciones generales.

Normas del reglamento:
Se mantendría el secreto sobre lo discutido en el Concilio. La lengua oficial sería el latín, aunque en las comisiones podrían emplearse otras lenguas. El derecho a hablar se daría en orden eclesiástico: los cardenales primero, luego los patriarcas, a continuación los arzobispos, obispos, etc.
Se crearía una «presidencia del concilio» conformada por 10 cardenales y una secretaría general. Existirían además 10 comisiones (en concordancia con las 10 comisiones preparatorias, aunque con alguna variante) integradas por 24 miembros cada una: 16 elegidos por la asamblea, y 8 nombrados por el Papa que incluían al presidente de cada comisión. A estas comisiones se añadió un secretariado para asuntos extraordinarios.


Procedimientos del reglamento:
Los textos preparados por las comisiones preparatorias, tras el visto bueno del Papa se enviarían a los padres conciliares para su conocimiento antes de tratarse en las congregaciones generales. En la sesión correspondiente, un relator -normalmente el secretario de la comisión preparatoria respectiva- presentaría el esquema a la asamblea. Cada padre conciliar podría, a continuación y durante 10 minutos, intervenir para admitir, rechazar o solicitar enmiendas generales del esquema presentado. Sin embargo, tales intervenciones deberían ser indicadas con tres días de antelación a la secretaría del concilio. Luego se votarían los cambios propuestos y se analizarían los resultados de la votación. Finalmente, se daría una votación del esquema completo y, si este obtenía la mayoría necesaria, se dejaría pendiente su aprobación solemne para la siguiente sesión pública con la presencia del Papa.
Antecedentes del Concilio de Vaticano 2:
A lo largo de los años 1950, la investigación teológica y bíblica católica había empezado a apartarse del neoescolasticismo y eliteralismo bíblico que la reacción al modernismo había impuesto desde el Concilio Vaticano I. Esta evolución puede apreciarse en teólogos como los jesuitas Karl o John  Murray, que se habían venido esforzando por integrar la experiencia humana moderna con el dogma cristiano, así como en otros: el alemán, Joseph Ratzinger (Papa Benedicto XVI), Henri y Hans que buscaban lo que veían como una comprensión más ajustada de la Escritura y de los Santos Padres, un retorno a las fuentes  y una actualización .
Al mismo tiempo los obispos de todo el mundo venían afrontando tremendos desafíos asociados al cambio político, social, económico y tecnológico. Algunos de ellos aspiraban a formas nuevas de responder a esos cambios. El Concilio Vaticano I, desarrollado casi un siglo antes, había sido interrumpido cuando el ejército italiano entró en Roma en los momentos finales de la unificación italiana. Sólo habían concluido las deliberaciones relativas al papel del papado, dejando sin resolver los aspectos pastorales y dogmáticos concernientes al conjunto de la Iglesia.




Participantes del Concilio de Vaticano 2:
·         Teniendo en consideración las 4 sesiones, participaron más de 2450 obispos de la Iglesia católica.14 El único grupo que fue excluido fue el de los obispos del bloque comunista chino, por lo que estuvieron ausentes unos 200 obispos. Existía un convenio con los soviéticos para permitir a los obispos salir de y entrar a sus países sin problemas. Así, fue el concilio más grande en cuanto a cantidad (a los efectos de comparar, el concilio de Calcedonia contó con unos 200 participantes y el concilio de Trento, unos 950) y en cuanto a catolicidad, pues fue la primera vez que participaron de modo sustancial los obispos no europeos (sobre todo africanos y asiáticos). En los primeros dos años, predominaron las intervenciones de los obispos europeos, pero las siguientes sesiones fueron más participadas. Incluso participaron algunos cardenales que no eran obispos, pero por insistencia de Juan XXIII fueron ordenados obispos (hasta antes de este concilio diáconos y presbíteros también eran elegidos para ser cardenales sin necesidad de ser elevados al rango de obispo). Además participaron algunos abades, superiores o maestros de grandes órdenes religiosas (franciscanos, dominicos, etc.).
·         Teólogos invitados del Papa como consultores, no como miembros plenos (Yves Congar, Karl , Henri de Lubac, Hans Küng, Gérard Philips). Podían escuchar aunque no hablar en el aula, pero mantenían influencia en las diez comisiones ya mencionadas. Al inicio del Concilio se dio el nombramiento de las comisiones conciliares (dos tercios nombrados por los obispos y un tercio por el Papa) teniendo como tarea guiar y escribir aquellos decretos ya discutidos en el aula.
·         Consultores de Iglesias ortodoxas e Iglesias protestantes.
·         Observadores, y católicos laicos (cf. Mary a casa propia, ed. en inglés)
·         Periodistas. Se dio participación como observadores a periodistas de muchas publicaciones, en especial el Times; Raniero La Valle para ; Caprile para La Civiltà Cattolica; el redentorista Francis X. Murphy, bajo el pseudónimo de Xavier Rynne, para The New Yorker; y enviados de otras publicaciones como Frankfurter Allgemeine Zeitung, Le Monde, La Croix, etc. En este sitio puede también incluirse el diario personal que llevó el teólogo  conocido como Mon Journal (Paris: 2002), de gran valor histórico-documental.



Opinión personal:
Este trabajo nos ayuda a conocer los 7 sacramentos y lo que hace cada uno, también nos ayuda a conocer qué es lo que pasó el día de Pentecostés, qué es la Santísima trinidad y sobre todo conocer las 14 obras de misericordia y lo que dice cada una.
Lo más importante de este trabajo es el Concilio de Vaticano 2, porque así sabremos cómo se formó, las normas por las que se rige, las personas que participan en él y los objetivos y funciones que desempeña.



1 comentario:

  1. Esta información nos ayuda a comprender cómo se formó el concilio de Vaticano II,
    los sacramentos y las obras de misericordia.

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